Ruedas Shimano Dura Ace C24 Tubul

La denominación Dura Ace actualmente es compartida por 4 modelos de ruedas: 2 para ser utilizadas con cubierta -una de ellas compatible con el nuevo estándar tubeless- y otras dos para tubular -una con perfil alto, 50 mm, y la otra de perfil bajo, 30 mm-.
Por versatilidad y ligereza nos hemos decidido por estas últimas (de referencia WH-7850-C24-TU).
Y es que la ligereza de estas ruedas, 1259 g el conjunto (525 g la delantera y 734 g la trasera) se une con una rigidez y calidad de marcha difícil de superar.
Pero no adelantemos conclusiones.

Bajo una apariencia casi “sosa”, sin alardes a la estética -las ruedas son casi completamente negras, con la denominación Dura Ace en tamaño pequeño y una leve estela blanca-, se esconde una gran trabajo de tecnología.
Vamos a desgranar esto punto p
or punto:
Construcción en carbono de alto módulo: con un sistema propio de Shimano, las llantas -huecas- están elaboradas en el negro material, aunque exteriormente hay que afinar mucho la vista para descubrir algunas fibras unidireccionales.
Más bien se encuadran en esta corriente que ultimamente esconde a la vista las fibras entrelazadas.

Radios biconificados:
la parte central de estos radios presenta una forma aplanada que s
ólo se advierte si se pasa la mano por ellos o se miran con atención. Su grosor es de 2 mm por los extremos y de 1.5 por esta parte central. Exactamente la misma medida que los Sapim Cx-ray o los DT Aerolite.
Nuevo núcleo de titanio;
esto redunda en mayor ligereza. Además, los dientes en los que asientan los piñones son dos finas lineas en vez de una ancha, para arañar más gramos a la báscula. Este último detalle ya lo habíamos visto en los bujes cerámicos de DT, los 190.
Fuera de estos rasgos propios de estas ruedas, hay mucho que contar:

Las llantas no son idénticas:
las delantera tie
ne una altura de 24 mm, mientras que la trasera mide 28 mm. Y no acaban aqui las diferencias, porque la trasera es además asimétrica. Esto significa que el anclaje de los radios está desplazado hacia el lado contrario al de los piñones, a fin de contrarrestrar la tensión de las fuerzas procedentes del pedaleo. La adopción de este sistema asimétrico es todavía excepcional en las llantas de carbono, siendo las primeras en conseguirlo las Campagnolo Hyperion.
Los bujes est
renan forma;
tienen unas alas más altas a fin de separar los alojamientos de los radios, que no son curvos sino planos, y son las más separadas de los que tenemos conocimento: 59 mm hacen que aumente la rigidez en esta delicada zona. Además,
tienen un eje interno de 15 mm que también persigue aumentar la rigidez del conjunto. Por otra parte, el trasero estrena una sistema de engranaje más rápido, responsable de un sonido característico cuando rodábamos sin pedalear. Conocidos son ya los sistemas de pistas y bolas de contacto angular, fáciles de ajustar y con un rodar excelente, y que Shimano defiende en una lucha en la que se ha quedado solo, en contra de la tónica general, que es montar rodamientos sellados. Para este juego de rueda,s la marca anuncia haber logrado un sistema de sellado cuatro veces más eficaz que el anterior, con lo que se reduciría el mantenimiento.
Los radios montados son pocos, 16 en la rueda delantera y 20 en la trasera, rectos (no acodados) para evitar la posible debilidad en la curva y colocados de forma radial en la rueda delantera. En la trasera, sin embargo, los radios van cruzados si bien no se tocan, gracias a la poca cantidad y a la separación de las alas del buje. Las cabecillas son de aluminio, y en ellas tenemos casi el único guiño a la estética, pues van anodizadas en rojo.
Si bien no hay más elementos de este color en las ruedas, estos peq
ueños elementos dotan de fuerte personalidad al conjunto. Los accesorios: acorde con la calidad real y supuesta de las ruedas, éstas vienen protegidas por unas fundas en las que también se incluyen las zapatas -específicas para frenar en carbono y las únicas que Shimano recomienda-, dos llaves de radios, el sensor para el cuentakilómetros -que es específico para estos radios planos-, así como los cierres rápidos. Pero ya está bien de "rollo técnico". Las montamos y... en marcha... Lo primero que percibimos, evidentemente, es la ligereza. Las ruedas nos “piden” tirar para arriba, mantener desarrollos abusivos que de otra manera serían impensables. Esta percepción se mezcla con el buen rodar que se constata cuando alguien se pone a nuestro par para charlar y tiene que dar pedales mientras nosotros nos dejamos ir cuesta abajo. Al confort de marcha contribuye que el reducido número de radios, menor del habitual para ruedas escaladoras, unido al hecho de que sean planos, consiguen una menor resistencia al viento y, así, ausencia de turbulencias casi total, mayor que la que se consigue con otras ruedas que se proclaman invisibles al viento.
Otro detalle que no pasa desapercibido es la absorción de las irregularidades de la carretera. Las llantas de carbono, unidas a la elección de un número reducido de radios, consiguen que, a pesar de montar tubulares que pueden ir a una presión de 12 bares, el optar por rodar por una carretera con firme irregular no ponga a prueba la calidad del fijador de tu prótesis dental. Además, las llantas tampoco se van a descentrar aunque tengamos esta práctica por habitual.

También nos sorprendió la
ausencia de punto muerto al iniciar la pedalada. Da la impresión de que tras cesar de mover los pedales, el enganche era inmediato. En el apartado de las críticas hemos de anotar una que no afecta directamente a estas ruedas, sino a las confeccionadas en carbono de forma general: con ellas, el rodar en mojado se vuelve una actividad de riesgo, puesto que la frenada es bastante deficiente.
No así cuando frenamos con la llanta seca, puesto que en estas circunstancias la potencia de frenada no difiere mucho de la que se consigue con una llanta metálica y zapatas convencionales.
Algo que llama la atención es que estas ruedas necesitan rodaje. Con unos pocos cientos de kilómetros los rodamientos se soltaron, logrando un rodar en vacío que parecía no terminar jamás. El sonido del núcleo también se afinó.
Quizás este sea el motivo por el que este juego de ruedas es el favorito tanto de escaladores como de rodadores, e incluso de sprinters ligeros como Freire, pues a la ligereza y buena capacidad de rodaje se le une una rigidez sobresaliente. Otro punto que ensombrece la apariencia general del set de ruedas es la apariencia de los cierres rápidos, muy convencional y que da la impresión de no morder con fuerza.
Para concluir podemos anotar que el juego de ruedas Dura Ace es muy bueno en casi todos los aspectos, y logra integrar todos los componentes en funcionalidad y peso de manera perfecta.
Tan sólo la llanta se escapa un poco de peso, 310 g, respecto a la competencia, si bien este sobrepeso tiene su contrapartida beneficiosa en forma de rigidez que realmente se nota cuando sometemos el material a fuertes tensiones, como cambios de ritmo o subimos pendientes con potencia. Además, nos tranquilizará saber que Shimano ha dotado a estas ruedas con 3 años de garantía, durante los cuales tenemos asegurado el disfrute de estas ruedas y amortizado la fuerte inversión que supone su compra.


Más información: Shimano

Distribuye en España: Macario


Precio recomendado: 1740 euros (975 euros la trasera y 765 euros la delantera)

Visto en: Amigosdelciclismo.com

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