La condromalacia se refleja en una rótula rugosa por la cara posterior (la que se enfrenta a la articulación de la rodilla), causada por el desgaste del cartílago. La rótula es un hueso flotante que está incluido en el tendón rotuliano, el que une el cuádriceps con la tibia. La rótula tiene la misión de aumentar el brazo de palanca del cuádriceps y se apoya en la propia articulación de la rodilla. La condromalacia produce dolor cuando la rodilla articula porque las asperezas de la rótula raspan la articulación. Lo ideal es el reposo e iniciar un tratamiento con onda corta e infraroja, que contribuyen a aliviar la zona y a que le llegue más sangre (y con ella nutrientes), y utilizar una rodillera ortopédica durante el tiempo que dure la rehabilitación. Después se puede montar en bicicleta, empezando con salidas cortas y usando desarrollos suaves, con una cadencia de pedaleo mínima (80 a 90 rpm). Además es necesario subir el sillín respecto a la altura recomendada unos 3 ó 4 mm cada semana hasta llegar de 1 a 3 cm más (según tu talla), evitando que oscilen tus caderas con el pedaleo. Así disminuirás la presión sobre la rótula al reducirse el ángulo de flexión de la rodilla. Es importante calentar bien antes de empezar y no hacer cambios de ritmo bruscos. Al terminar el conveniente aplicarse frío en la rodilla. También se puede complementar la dieta con cartílago de tiburón, un suplemento rico en glucosamina y condroitina que "alimenta" las articulaciones y que encontraremos en herbolarios.
CONDROMALACIA ROTULIANA
Etiquetas: SALUD
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